Cortes de pelo
Este fin de semana ha estado mi madre especialmente quisquillosa con mi corte de pelo. Opina que me tengo que volver a cortar el pelo, pero lo cierto es que no me apetece demasiado. Esto me ha hecho reflexionar.
El corte de pelo no solo dice como eres, sino también cómo te sientes, tu estado anímico, y por lo menos en mi vida se puede expresar así, por lo menos desde que mi madre me deja decidir como cortarme el pelo.
Por ejemplo, una de las temporadas en que menos salía, menos amigos tenía, y más seria era, llevaba el pelo largo, incluso muy largo, eso si, solo lo sabía yo, porque lo llevaba siempre recogido en moño. En el que los pocos días que lo dejaba suelto era, porque estaba de muy buen humor.
Solo me lo corte, cortico cuando me empecé a encontrar agusto en Zaragoza, y ya, cuando me dejé las trencitas, creo que ha sido una de las épocas más felices de mi vida.
¿Y ahora? Pues, simplemente no me apetece cortarmelo, y como más agusto estoy es recogido, aunque no lo tengo suficientemente largo...
El corte de pelo no solo dice como eres, sino también cómo te sientes, tu estado anímico, y por lo menos en mi vida se puede expresar así, por lo menos desde que mi madre me deja decidir como cortarme el pelo.
Por ejemplo, una de las temporadas en que menos salía, menos amigos tenía, y más seria era, llevaba el pelo largo, incluso muy largo, eso si, solo lo sabía yo, porque lo llevaba siempre recogido en moño. En el que los pocos días que lo dejaba suelto era, porque estaba de muy buen humor.
Solo me lo corte, cortico cuando me empecé a encontrar agusto en Zaragoza, y ya, cuando me dejé las trencitas, creo que ha sido una de las épocas más felices de mi vida.
¿Y ahora? Pues, simplemente no me apetece cortarmelo, y como más agusto estoy es recogido, aunque no lo tengo suficientemente largo...